Bomberos de Valencia exigen acelerar la incorporación de nuevos efectivos tras las carencias mostradas en la dana.
La necesidad de incrementar la dotación de personal en el Cuerpo de Bomberos del Consorcio Provincial de Valencia se ha vuelto crítica, especialmente de cara a la temporada de verano y al incremento de riesgos de incendios. Tras el trágico episodio de la dana que afectó a gran parte de la provincia y que dejó a más de 220 personas fallecidas, los bomberos han evidenciado las graves carencias que padecen y han urgido a las autoridades a tomar medidas inmediatas para reforzar su equipo humano.
Los representantes sindicales han expresado su preocupación por la situación actual, señalando la abrumadora presión que enfrentan los bomberos en activo, quienes han acumulado un número alarmante de horas extra. Según un informe elaborado por Intersindical Valenciana, desde enero hasta agosto de 2024, los bomberos han realizado más de 133.000 horas adicionales, lo cual es insostenible a largo plazo y pone de manifiesto la urgente necesidad de nuevos efectivos.
El sargento Gregori Fayos, delegado sindical de UGT y coordinador de medios del cuerpo, ha sido contundente al criticar la “lenta” evolución del proceso selectivo para la incorporación de nuevos bomberos, que comenzó en 2023 pero que no se espera que complete su ciclo hasta mediados de 2025. Según Fayos, aún se carece de datos concretos sobre el inicio del curso de formación del Instituto Valenciano de Seguridad Pública y Emergencias (Ivaspe), que es crucial para que puedan firmar sus plazas y asumir funciones en el equipo operativo.
Fayos subraya que, una vez se firme la entrada de estos nuevos bomberos, habrá una imperiosa necesidad de estos profesionales, con una estimación de entre 60 y 70 plazas que necesitarán ser ocupadas de inmediato, ya que se están produciendo relevos internos en la plantilla actual. Este ciclo de entradas y salidas, a su juicio, resalta la falta de previsión y planificación en la gestión del cuerpo de bomberos.
De hecho, el llamado a la acción responde a un problema que UGT ha denunciado desde hace años: la falta de un sistema proactivo en los procesos selectivos, que, si existiera, permitiría atenuar la escasez de efectivos en situaciones críticas. Fayos apunta que, de las aproximadamente 560 a 570 plazas de la escala básica, actualmente hay un déficit de cerca de un centenar de bomberos, además de unas 50 plazas vacantes en mandos, lo que deja al cuerpo en una situación de sobrecarga evidenciada en la reciente crisis de la dana.
Paralelamente, un estudio realizado en 2020 por la Universitat de València ya había alertado de la precariedad en la que operan los bomberos, revelando que la proporción de bomberos por cada 1.000 habitantes situaba al Cuerpo Provincial de Bomberos de Valencia considerablemente por debajo de la media nacional y de otras poblaciones que enfrentan desafíos similares. La investigación sugería que la dotación operativa debería elevarse a entre 767 y 775 bomberos, mientras que actualmente cuentan solo con 625 efectivos, de los cuales cerca de la mitad son interinos.
La situación es aún más preocupante considerando que el Consorcio de Bomberos cuenta con un total de 785 puestos, de los cuales 125 están vacantes, lo que representa un alarmante 16% de falta de cobertura. Esta escasez resulta en que, durante la gestión de la dana, solo se dispusieron de aproximadamente 115 bomberos, destacando las deficiencias no solo a nivel básico, sino también en las posiciones de mando y coordinación, que son cruciales en emergencias de esta magnitud.
Un ejemplo flagrante de esta falta de personal se observa en las plazas de inspector, donde de seis anunciadas, solo una está ocupada. Esta situación fue criticada por los sindicatos, quienes recordaron que, antes de la tragedia, la Diputación de Valencia había decidido no cubrir cinco de estas plazas, argumentando que con un inspector era suficiente. Esto evidencia una alarmante falta de preparación y recursos ante una crisis que requiere respuesta rápida y efectiva.
El mensaje es claro: el Consorcio Provincial de Bomberos no solo tuvo que afrontar la tragedia de la dana con un número de efectivos insuficiente, sino que se enfrenta a una estructura organizativa que requiere una revisión y una inversión inmediata para garantizar una respuesta adecuada a futuros incidentes, especialmente con el verano y su alto riesgo de incendios a la vuelta de la esquina.
Los trabajadores han hecho hincapié en que, si no se realiza un cambio significativo en la dotación y organización del Cuerpo de Bomberos, no estarán en condiciones de gestionar una situación de emergencia en el futuro similar a la vivida con la dana. Esto subraya la necesidad de que las autoridades actúen rápidamente para garantizar que el Consorcio cuente con los recursos adecuados, en lugar de destinar esfuerzos a crear nuevas unidades sin el personal suficiente para operarlas eficazmente.
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