En València, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido una alerta sobre la impactante relación entre el cambio climático y la frecuencia de incendios que se están produciendo en períodos fuera del verano. Según la Aemet, nos encontramos en un territorio desconocido, donde las actividades humanas han desencadenado situaciones extremas nunca antes vistas.

En un comunicado a través de la plataforma 'X' (antes conocida como Twitter), la Aemet ha destacado que los tres grandes incendios de 2023 y los ocurridos este año han tenido lugar en épocas que no son típicas del verano: al comienzo de la primavera en Villanueva de Viver y Tàrbena y a mediados del otoño en Montitxelvo, todos después de periodos anormalmente secos y cálidos.

El incendio forestal en Villanueva de Viver se desencadenó tras un largo periodo de sequía y altas temperaturas, lo que dejó el suelo extremadamente seco en todo el territorio, según explicó la agencia estatal.

Por otro lado, el incendio forestal en Montitxelvo también ocurrió en condiciones de sequedad y calor excepcionales. La Aemet relató que en noviembre de 2023, al principio de un prolongado periodo extremadamente cálido y seco, ocurrió este devastador incendio.

Es importante resaltar la diferencia entre estos incendios y el de Tàrbena. Mientras que los primeros se desencadenaron en condiciones meteorológicas adversas y fuertes vientos, el de Tàrbena ha ocurrido en una situación menos favorable para una rápida propagación.

Desde el 1 de octubre, la Comunitat Valenciana ha atravesado seis meses y medio "sin precedentes en cuanto al déficit de lluvias y a la anormalidad cálida", superando significativamente al segundo periodo seco y cálido.

Además, el año 2023 fue catalogado como extremadamente cálido, el segundo más caluroso después de 2022, y extremadamente seco, el año con menos lluvias de los últimos 40 años en la Comunitat Valenciana.

La Aemet ha advertido sobre la presencia de fenómenos extremos compuestos como consecuencia del cambio climático, donde se presentan al mismo tiempo al menos dos situaciones adversas. Este nuevo escenario, caracterizado por un calor anómalo y sequía meteorológica simultánea, está en consonancia con las previsiones del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU.

En resumen, la vegetación se encuentra en una situación de estrés hídrico permanente debido al cambio climático, y a corto plazo y sin previsiones de lluvia, esta situación podría empeorar considerablemente.