En el día de hoy, Compromís ha presentado una proposición no de ley (PNL) en Les Corts con el objetivo de instar al Consell a proteger el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo según lo establecido por la ley. Además, solicitan que se haga cumplir el Código Penal, especialmente para abordar el acoso que sufren las mujeres en clínicas donde se lleva a cabo este procedimiento.

Esta propuesta, impulsada por las portavoces de Sanidad e Igualdad de Compromís en Les Corts, Mònica Àlvaro y Vero Díaz, respectivamente, tiene como fin detener la regresión en los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres valencianas. Según la coalición, esta regresión se está acelerando cada día más con los gobiernos del PP y VOX, como se evidenció recientemente en Alicante con la presencia de grupos 'provida' frente a una clínica privada en el centro de la ciudad.

Àlvaro ha destacado que en las ciudades valencianas es común que mujeres sean acosadas cuando intentan acceder a centros privados para interrumpir su embarazo debido a las restricciones en la sanidad pública. Asimismo, ha denunciado que el gobierno de PP y Vox avala este acoso, incumpliendo así el código penal que prohíbe estas prácticas.

La diputada de Compromís ha alertado sobre el clima ideológico instaurado por los acuerdos de la derecha y la ultraderecha, que atentan contra los derechos reproductivos de las mujeres. Es por esto que la iniciativa parlamentaria busca garantizar que la administración no respalde ninguna actividad contraria a la normativa en este ámbito.

En consonancia, Compromís per Alacant ha denunciado la proliferación de actividades adversas a la interrupción del embarazo en la región, como las charlas antiaborto promovidas por el Ayuntamiento de València. Esta situación ha llevado a la concejala Sara Llobell a llevar la propuesta al pleno del Ayuntamiento de Alicante en busca de un compromiso político que proteja los derechos de las mujeres.

Llobell ha criticado la falta de protección hacia las mujeres en Alicante, señalando que el alcalde de la ciudad ha confirmado la puesta en marcha de una oficina antiaborto encubierta. Esta medida, según Llobell, coacciona a las mujeres y no ofrece soluciones reales para aquellas que deciden continuar con su embarazo.