El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, ha anunciado que a partir de 2025 las viviendas de alquiler turístico deberán pagar una tasa de residuos mayor, en un intento por equipararlas a los hoteles en términos de responsabilidad medioambiental. Hasta ahora, estas viviendas pagaban como residencias familiares y no como negocios hoteleros.

Esta medida busca promover el alquiler anual en la ciudad y responsabilizar a quienes utilizan las viviendas turísticas para obtener beneficios económicos. En Cullera existen 1.085 viviendas de alquiler turístico, y el aumento de la tasa oscilará entre el 240 y el 410 por ciento, dependiendo del tamaño del inmueble.

El alcalde Mayor ha destacado la importancia de que aquellos que se enriquecen a través del alquiler turístico asuman los mismos costos que los hoteles y pensiones. Esta modificación de la tasa también busca incentivar el alquiler anual, con el objetivo de aumentar la oferta de vivienda en la ciudad y controlar los precios del alquiler.

La nueva normativa se enmarca en la obligación de los municipios de realizar estudios detallados sobre los costos de recogida y tratamiento de residuos, en línea con la Ley de Residuos. Según el mandatario local, aquellos que funcionan como hoteles deben contribuir equitativamente con el tratamiento de residuos que generan.

En resumen, Cullera establecerá una tasa diferenciada para las viviendas de alquiler turístico, aumentando los costos para aquellos que utilizan sus propiedades con fines lucrativos. Esta medida progresista busca equilibrar la responsabilidad medioambiental y fomentar el alquiler anual en la ciudad, en un contexto de creciente demanda de vivienda. Además, pretende garantizar que los costos de gestión de residuos sean asumidos por todos los actores que generan impacto ambiental en la comunidad.