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Desaparecidos Francisco, Elisabet y Javier: Un mes de incertidumbre y angustia tras la DANA.

Desaparecidos Francisco, Elisabet y Javier: Un mes de incertidumbre y angustia tras la DANA.

En la conmovedora y trágica secuela de la devastadora Dana que golpeó la región hace ya un mes, se ha reportado la desaparición de un cuarto hombre en Albal, cuya identidad aún no ha sido revelada públicamente. Este suceso ha dejado a las familias de todas las víctimas en un estado de angustia y desesperación sin precedentes, evidenciado por las recientes declaraciones del alcalde de Montserrat, Sergio Vilar, quien expresó: "La situación es cada vez más insoportable".

A medida que las operaciones de búsqueda se intensifican en diferentes áreas, como L'Albufera y diversas zonas costeras y montañosas, los equipos de rescate continúan sin hallar rastro alguno de los cuatro desaparecidos: Francisco, Elisabet, Javier, y el mencionado hombre de Albal. A pesar de los esfuerzos colectivos que incluyen la participación de voluntarios, bomberos, policías y la Unidad Militar de Emergencias (UME), la esperanza de encontrar a los desaparecidos se desvanece.

Esta semana, se informó sobre el hallazgo de un quinto desaparecido, cuyo cuerpo fue recuperado entre Benaguasil y Vilamarxant, lo que añade otra capa de desolación a la ya dolorosa situación. Las localidades de Montserrat, Cheste, Sot de Chera y Albal son escenario de este trágico relato, donde sus habitantes ven cómo, día tras día, la incertidumbre se convierte en un peso insoportable.

En Montserrat, Francisco, un hombre de 64 años, fue arrastrado por la riada mientras intentaba proteger a sus nietos. Con gran valentía, colocó a los pequeños sobre el techo del coche antes de ser atrapado por la furia del agua. El alcalde, Sergio Vilar, rememoró esos escalofriantes momentos diciendo que, ante la situación, Francisco pudo haber intentado buscar ayuda o simplemente no tuvo tiempo para regresar al vehículo, lo que resalta la imprevisibilidad y el peligro de la naturaleza desatada.

Aquel día fatídico, Francisco viajaba con sus nietos, de cinco y diez años, cuando la corriente imprevista lo sorprendió cerca de un supermercado ya inundado. Los niños trataron de describir lo que sucedió: “Vimos cómo la corriente se llevaba a nuestro abuelo”, recordaron entre lágrimas. Tras el rescate de los pequeños por un vecino, la comunidad se volcó en la búsqueda de Francisco, pero sus esfuerzos hasta ahora han sido infructuosos.

La angustia y el dolor se multiplican con la desaparición de Elisabet, de 38 años, quien viajaba con su madre en su camino al trabajo cuando se produjo la emergencia. La madre de Elisabet fue localizada sin vida días después del desastre, mientras que la joven continúa sin ser hallada, lo que agrava la desesperación de su familia, que lucha con la burocracia de un duelo, ya que judicialmente, Elisabet, al ser considerada desaparecida, deja a sus hijos en un "limbo legal".

Ernesto, tío de Elisabet, ha compartido sus preocupaciones respecto al bienestar de los jóvenes, un niño de cuatro años y un adolescente de 18, que ahora enfrentan un complicado futuro sin su madre. "Tienen derechos que no pueden ejercer porque su madre está desaparecida", enfatizó, subrayando la cruel paradoja en la que viven actualmente.

La presión económica también es un aspecto crítico, ya que su sobrino ha manifestado acciones desesperadas como dejar sus estudios para ponerse a trabajar, en un intento por sobrevivir ante la pérdida de apoyo económico que su madre representaba. Ernesto está ahora explorando formas de obtener ayuda provisional a través de la asistencia social o del Ayuntamiento para alivianar las cargas que su familia enfrenta.

Ernesto también comentó que disponen de grabaciones que podrían ayudar a localizar a Elisabet, posiblemente atrapada en su coche, que aún no ha sido hallado. "Cuando encuentren el coche, encontrarán a ella", sentenció, con la amarga esperanza de que la búsqueda no se detenga. Los especialistas continúan su labor, utilizando nuevas tecnologías y tácticas de rescate, conscientes de que cada minuto cuenta.

Por otro lado, en Sot de Chera, Javier, de 51 años, permanece desaparecido tras una tragedia que comenzó en su casa. Su familia fue golpeada por la calamidad, con su hijo pequeño falleciendo en el mismo evento que causó que la casa fuera arrastrada por la fuerza del agua. El alcalde Tomás Cervera ha dado a conocer que, a pesar de que algunos miembros de la familia sobrevivieron, la búsqueda del padre sigue activa, lo que añade más dolor a una comunidad ya golpeada por tantas pérdidas.

Finalmente, el cuarto hombre, de origen extranjero, continúa ausente en Albal, y su identidad aún no ha sido divulgada, lo que deja a las autoridades y a los seres queridos sumidos en la incertidumbre. La comunidad permanece unida en la esperanza de recuperar a sus seres queridos, mientras el impacto de esta devastadora Dana sigue marcando sus vidas para siempre.