VALÈNCIA, 12 Ene.

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) ha alertado hoy de las consecuencias negativas que tendrá la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para el sector agrario. Según la organización, esta medida resultará en un aumento de los costes, agravando aún más las pérdidas del sector, que en 2023 alcanzaron los 400 millones de euros, y podría incluso llevar al abandono de tierras.

Así lo han expuesto el presidente de AVA-Asaja, Cristobal Aguado, junto a otros representantes de la asociación, durante una rueda de prensa en la que se presentó el balance anual del sector. Cabe destacar que este acto coincide con el acuerdo alcanzado por el Ministerio de Trabajo con los sindicatos CCOO y UGT para aumentar el SMI en un 5% para 2024, pasando de los 1.080 euros mensuales por catorce pagas a los 1.134 euros. Esta subida se aplicará con efecto retroactivo a partir del 1 de enero de 2024.

"Los costes de producción son cada vez más altos" y el aumento del SMI "afectará al campo, al igual que ocurre con cualquier incremento de insumos", ha explicado Aguado, quien considera que si no se pueden trasladar estos costes, esto se traducirá en "menos empleo", "más tierras abandonadas" y una "disminución de la actividad, si la cadena alimentaria no asume ese aumento de costes".

Los representantes de AVA-Asaja han destacado que "el SMI, al igual que cualquier aumento de los insumos, afecta a los posibles beneficios". "Si el precio no compensa, significa pérdidas, y las pérdidas conducen al abandono de tierras, menor incorporación de jóvenes y, sin duda, disminución de la capacidad productiva, como estamos presenciando", han añadido.

Aguado ha señalado que el sector agrícola ha sufrido la pérdida de un millón y medio de toneladas de cosechas, y esto no se debe exclusivamente a los fenómenos meteorológicos y al cambio climático. Ha afirmado que, cuando un negocio es rentable y existe un margen de beneficio considerable, el aumento de costes no tiene tanto impacto, pero "los campos ya han perdido, y ahora recuperarlos será muy costoso".

Según el balance presentado por AVA-Asaja, en un contexto de inflación en el que los precios de los alimentos experimentaron un aumento anual del nueve por ciento, el incremento generalizado de los precios en origen no compensó en la mayoría de los casos la disminución de la producción, ni permitió cubrir los costes de producción, que se mantuvieron "extraordinariamente altos", un 30% más que antes de la guerra en Ucrania.

La sequía, las altas temperaturas, el mayor uso de electricidad para el riego, los tratamientos fitosanitarios y la escasez de pastos han generado "importantes costes económicos adicionales", según AVA-Asaja.

El presidente de AVA-Asaja ha hecho hincapié en que el hecho de que los precios hayan subido en 2023 no quiere decir que los agricultores estén obteniendo más beneficios.

Incluso en sectores afectados como el vino tinto, la almendra y la algarroba, los precios de origen han disminuido, y AVA-Asaja estima el impacto de esta situación en 80 millones de euros.