24h Valencia.

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El equipo de Catalá rechaza solicitud de oposición sobre Nou Mestalla y auditoría.

El equipo de Catalá rechaza solicitud de oposición sobre Nou Mestalla y auditoría.

En una decisión polémica, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de València, conformado por PP y Vox bajo la presidencia de María José Catalá (PP), ha rechazado en el pleno ordinario de mayo una moción respaldada por PSPV-PSOE y Compromís. Esta moción buscaba aprobar las fichas urbanísticas vinculadas al Nou Mestalla en el próximo pleno municipal de junio, con condiciones para el nuevo estadio y una auditoría del coste del proyecto.

La propuesta original del PSPV-PSOE pedía una fianza por el valor total de las obras de construcción del estadio para obtener la licencia de edificación, pero fue modificada durante la sesión plenaria. Esto se debe a un informe jurídico municipal que considera que exigir esa fianza es "contrario a derecho", además de una enmienda de Compromís que aboga por la auditoría externa del coste del estadio.

La solicitud de la fianza fue eliminada de la propuesta final que se sometió a votación, y en su lugar se incluyó la enmienda de Compromís. Esta enmienda fue aprobada en la comisión de urbanismo celebrada en el consistorio en febrero de 2024.

Al referirse al punto del orden del día relacionado con la moción del PSPV-PSOE, Catalá mencionó que se contaba con informes jurídicos sobre las propuestas en cuestión. Hubo un receso para que los grupos municipales analizaran estos informes, pero finalmente se prosiguió con el debate de la propuesta socialista.

Uno de los informes, emitido por la secretaria general y del pleno, señaló que la moción tenía implicaciones políticas pero no administrativas. El otro informe, de la secretaría del área de urbanismo, desaconsejó la exigencia de una fianza al Valencia CF por el coste del estadio, calificando esta propuesta como contraria a derecho.

En resumen, la moción inicial fue modificada en función de los informes jurídicos recibidos, priorizando la auditoría del coste del estadio por encima de la exigencia de una fianza. Esta decisión marca un punto de conflicto en el panorama político local de València, con posiciones encontradas entre los distintos grupos municipales.