El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible está tomando medidas para reducir la contaminación acústica en el Aeropuerto de Valencia, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la población cercana al recinto aeroportuario. Se están analizando posibles maneras de incentivar la sustitución de aeronaves ruidosas por otras más silenciosas, especialmente durante la noche.
El Plan de Acción contra el Ruido (PAR) del Aeropuerto de Valencia ha sido sometido a información pública y se espera que sea publicado en el Boletín Oficial del Estado en los próximos días. Este plan se enmarca dentro del Mapa Estratégico del Ruido, Fase IV, aprobado en diciembre de 2022, e incluye acciones específicas y un calendario para su implementación.
Entre las medidas contempladas en el PAR se encuentran la reducción del ruido en la fuente, la implementación de procedimientos operativos para mitigar el impacto acústico y la gestión del uso del suelo en el entorno aeroportuario. Todo esto ha sido analizado por diversas entidades relacionadas con la aviación, como Enaire, Aena y la Dirección General de Aviación Civil, con la supervisión de AESA.
Además de incentivar la sustitución de aeronaves ruidosas, el plan propone mejoras en los procedimientos operativos relacionados con las trayectorias de los aviones, la altura en los sobrevuelos y las configuraciones en aterrizajes y despegues. También se plantea una colaboración activa con el entorno del aeropuerto para implementar medidas que mejoren la calidad sonora de las poblaciones cercanas.
Por su parte, Aena seguirá con la ejecución del Plan de Aislamiento Acústico del Aeropuerto de Valencia para garantizar que se cumplan los estándares de calidad acústica en las viviendas y edificios sensibles. Estas acciones forman parte de una estrategia a largo plazo alineada con la política de la Unión Europea para reducir el impacto del ruido del transporte para el año 2030, según ha señalado el Ministerio.
En definitiva, este plan busca cumplir con la Directiva Europea 2002/49/CE que establece la necesidad de implementar medidas para reducir el ruido en zonas de gran afluencia y en grandes infraestructuras, como los aeropuertos con más de 50.000 operaciones, como es el caso del Aeropuerto de Valencia.
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