Una revelación impactante ha surgido durante el juicio contra Mari Carmen, la acusada del crimen de los laxantes: su exnovio ha declarado que sufrió un grave episodio de diarreas durante tres meses mientras vivía con ella, dejándolo "en los huesos" y con una pérdida de peso significativa. Durante ese tiempo, Mari Carmen vació sus cuentas bancarias, llevándose 20.000 euros y dejándole en una situación financiera precaria con un saldo negativo de 1.200 euros.

VALÈNCIA, 12 Jun.

El exnovio, un inspector jefe de la Policía Nacional en reserva, convivió con Mari Carmen y sus dos hijas entre marzo de 2015 y mayo de 2018. Durante ese período, él sufrió diarreas crónicas que lo debilitaron considerablemente, pero no buscó ayuda médica debido a su fobia a los doctores. A pesar de esto, Mari Carmen aparentemente se mostró solícita y lo cuidó durante su enfermedad.

En una de las pocas veces que salió de casa durante los tres meses de su enfermedad, descubrió que habían hecho múltiples extracciones de dinero de sus cuentas bancarias, dejándolas prácticamente vacías. Aunque él no autorizó estas transacciones, Mari Carmen conocía su PIN y admitió haber sacado el dinero, prometiendo devolvérselo y pidiendo que no lo denunciara.

Este no fue el único problema financiero que enfrentó el exnovio de Mari Carmen. Además de las extracciones fraudulentas, tuvo que pagar 3.000 euros por un desahucio del piso de alquiler donde ella vivió después de que terminara su relación. A pesar de todo, él afirma que no guarda rencor hacia ella, aunque reconoce que la situación lo dejó "descolocado".

Por otra parte, el exmarido de Mari Carmen testificó que ella tenía un consumo constante de laxantes y era una mala gestora de dinero, acumulando deudas que él aún está pagando. Un amigo de la víctima también reveló que Mari Carmen le pidió un préstamo de 2.500 euros, aparentemente para recibir una herencia ficticia, lo que evidencia un patrón de comportamiento cuestionable por parte de la acusada.

Los hijos mayores de Mari Carmen también han declarado en el juicio, señalando que su madre consumía laxantes regularmente y que Salvador, la víctima, no cuidaba adecuadamente su salud a pesar de ser diabético. Han negado las acusaciones de que su madre prohibiera visitas a Salvador cuando estaba hospitalizado, pero han confirmado que ella controlaba su dieta y medicación de manera estricta.