VALÈNCIA, 30 Ago. - i-DE, la distribuidora de Iberdrola, ha llevado a cabo una importante labor de revisión y mantenimiento de las líneas eléctricas en la Comunitat Valenciana durante los primeros seis meses del año. En total, se han inspeccionado más de 5.500 kilómetros de líneas, tanto aéreas como subterráneas, con el objetivo de detectar posibles anomalías en las instalaciones eléctricas.

Por provincias, i-DE ha inspeccionado alrededor de 1.000 kilómetros de líneas en Castellón, 2.200 kilómetros en Alicante y 2.350 kilómetros en Valencia. Estas inspecciones se han centrado en elementos como aisladores, conductores, herrajes y apoyos, que pueden haber sufrido daños debido a fenómenos meteorológicos extremos u obras cercanas.

Además, la compañía ha llevado a cabo revisiones termográficas en sus líneas aéreas, utilizando helicópteros equipados con cámaras infrarrojas. Mediante esta técnica, se mide la temperatura de las instalaciones y se detectan puntos problemáticos que pueden causar interrupciones en el suministro eléctrico.

Iberdrola destaca que las inversiones realizadas en nuevas infraestructuras eléctricas, así como en el mantenimiento y renovación de las existentes, han permitido mejorar la calidad del servicio en un 20% en comparación con el resto del sector eléctrico español. En los últimos tres años, la compañía ha logrado aumentar en un 15% la calidad del suministro eléctrico a nivel nacional.

En línea con su compromiso con la acción climática, i-DE está llevando a cabo un proceso de digitalización de la red de distribución eléctrica. Esto permitirá obtener más información y establecer criterios de eficiencia y sostenibilidad energética, favoreciendo un sistema más flexible y seguro para integrar la generación renovable, el autoconsumo y los vehículos eléctricos. La digitalización también mejorará el mantenimiento de las redes y los procesos de atención al cliente.

En la Comunitat Valenciana, i-DE ha digitalizado sus más de 3,5 millones de contadores y su infraestructura de soporte, lo que permite gestionar de manera rápida y remota cualquier actuación relacionada con el suministro eléctrico. Esta transformación hacia una infraestructura inteligente contribuye a la estrategia de transición energética y a la descarbonización de la economía.