Inician la limpieza de grafitis y la retirada de objetos en el Ayuntamiento de València y el Palau de la Generalitat.
VALÈNCIA, 10 Noviembre. Este domingo por la mañana, los operarios del Ayuntamiento de València se han puesto manos a la obra para limpiar las pintadas y retirar los carteles que adornaban la fachada del consistorio, una tarea que no solo es simbólica, sino que también refleja la fuerte indignación ciudadana tras la manifestación que tuvo lugar el sábado por la tarde en el corazón de la ciudad, donde miles de personas clamaron por responsabilidad ante la gestión de la DANA.
En un gesto paralelo, el Palau de la Generalitat también fue objeto de atención en las primeras horas del día. Allí, se retiraron los objetos que algunos manifestantes habían dejado en la entrada a la sede de la Presidencia, como botas y prendas de vestir sucumbidas al barro de las localidades damnificadas. A pesar de los esfuerzos por limpiar, algunas pintadas y manchas del barro persistían en la fachada, recordando la contundente protesta de la jornada anterior.
Este llamado a la acción no fue un hecho aislado. Decenas de miles de ciudadanos, una cifra estimada en 130.000 según la Delegación del Gobierno, se manifestaron el sábado bajo el lema 'Mazón dimissió', exigiendo la renuncia inmediata del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y su gobierno, acusándolos de no saber manejar la crisis tras el desastre natural.
La manifestación dio comienzo poco después de las seis de la tarde, donde una pancarta con el claro mensaje 'Mazón dimissió' encabezó el recorrido que atravesó el centro de València, culminando en la plaza Manises, justo frente al Palau de la Generalitat. Allí, las voces de las personas afectadas por el desastre leyeron un emotivo manifiesto que resonó con el dolor y la urgencia de quienes viven las consecuencias de esta tragedia.
La plaza del Ayuntamiento fue testigo de momentos de tensión cuando algunos manifestantes lanzaron bengalas y objetos, además de barro, hacia la fachada del edificio municipal. En respuesta, las fuerzas policiales actuaron y cargaron contra un grupo que se encontraba bastante próximo al conocido balcón del consistorio.
Desde el propio Ayuntamiento de València se denunció lo que calificaron como un "intento de quemar" la puerta principal del edificio. Las evidencias de la protesta quedaron marcadas con pintadas que decían 'El poble no oblida' y 'asesino', expresiones directas del sentimiento colectivo hacia la gestión de la crisis.
La alcaldesa de València, María José Catalá, no tardó en manifestar su descontento, compartiendo imágenes que documentaban los daños en la fachada del edificio municipal. En su mensaje, hizo hincapié en que es un momento crucial para unirse y trabajar en conjunto por las pedanías y localidades que han sido golpeadas por esta calamidad. "Ya estamos haciendo esto", afirmó.
En un intento por calmar los ánimos, la alcaldesa subrayó que la confrontación y el vandalismo no conducen a ninguna solución. "València también es un municipio afectado y emblema de la solidaridad colectiva. Esa es la València que deseamos y necesitamos", expresó la edil a través de su cuenta en X, recordando la importancia de avanzar juntos en tiempos difíciles.
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