Iniciativas de pesca indiscriminada desencadenan alarmante cifra: Tortugas marinas atrapadas en redes padecen embolia gaseosa.

Iniciativas de pesca indiscriminada desencadenan alarmante cifra: Tortugas marinas atrapadas en redes padecen embolia gaseosa.

Un estudio realizado por la Fundación Oceanogràfic y el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) ha revelado que las tortugas marinas que quedan atrapadas en redes de pesca sufren embolia gaseosa, especialmente cuando son capturadas a mayor profundidad y tienen mayor tamaño. Esto ha sido publicado en la revista 'Conservation Physiology'. Según la Fundación, más de la mitad de estas tortugas sufren esta enfermedad del buceador y tienen un alto riesgo de morir.

Los resultados del estudio, en el que se contó con la colaboración de investigadores de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) y la Texas A&M University Corpus Christi, muestran que el 54% de las tortugas capturadas sufren de embolia gaseosa. Además, se demostró que cuanto más profunda es la captura y mayor sea el tamaño de las tortugas, más grave es la afección.

El estudio se centró en la especie 'Caretta caretta', conocido como 'tortuga boba', y resalta la importancia de comprender los factores de riesgo asociados a su captura accidental. Estas tortugas están clasificadas como "vulnerables" en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

El director técnico de la Fundación Oceanogràfic, Daniel García-Párraga, indicó que es vital conocer los factores que causan esta enfermedad en las tortugas marinas para establecer medidas de gestión y conservación que puedan reducir su mortalidad. Destacó la importancia de las instalaciones de recuperación como las del Oceanogràfic de Valencia para tratar a los animales afectados y continuar estudiando el impacto de esta enfermedad en las tortugas marinas a nivel global.

Por otra parte, Nathan Robinson, investigador del ICM-CSIC y coautor del estudio, subrayó la amenaza que representa la captura accidental de las tortugas marinas. Advierte que, si no son tratadas de manera adecuada, pueden morir pocos días después de ser capturadas. Por eso, considera esencial comprender la probabilidad de que una tortuga muera después de ser capturada accidentalmente, para analizar el verdadero efecto de la pesca en estos animales y tenerlo en cuenta en las políticas de gestión y conservación.

Años atrás, no se tenía evidencia de que las tortugas marinas pudieran padecer embolia gaseosa debido a la actividad del buceo. Sin embargo, investigadores de la Fundación Oceanogràfic descubrieron en 2014 que las tortugas atrapadas en redes de pesca podían morir a causa de esta enfermedad. Este hallazgo generó un gran impacto en la comunidad científica y en la conservación de estas especies.

Desde entonces, se ha demostrado que esto ocurre también en otras especies de tortugas marinas estudiadas. Por lo tanto, es necesario seguir investigando sobre esta enfermedad para minimizar el riesgo de descompresión en las tortugas debido a la interacción pesquera. Además, se destaca la importancia de las colaboraciones entre instituciones de investigación y la sociedad para avanzar en la ciencia y garantizar la conservación de estas especies amenazadas.

Cada año, más de cien tortugas marinas capturadas accidentalmente llegan al Oceanogràfic. Los pescadores ya conocen el problema y facilitan que estas tortugas sean tratadas en la cámara hiperbárica antes de ser devueltas al mar.

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C. Valenciana