En una decisión que ha suscitado un profundo debate sobre la justicia y la protección de menores, la jueza del Juzgado de Instrucción número 9 de Alicante ha acordado el internamiento en régimen cerrado de un menor de 17 años, detenido por la presunta muerte de su expareja, una joven de 15 años. Esta medida cautelar se establece por un periodo inicial de seis meses, aunque puede ser prorrogada por otros seis, conforme a la solicitud presentada por la Fiscalía.

La información sobre esta medida, que refleja la gravedad del caso y la respuesta del sistema judicial, fue confirmada por fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV). La jueza, en funciones de guardia y ocupando temporalmente el juzgado de menores, ha decidido que la gravedad de los hechos requiere una acción cautelar en aras a garantizar la seguridad y preservar el proceso judicial.

El trágico suceso se produjo la noche del pasado domingo en Orihuela Costa, donde la víctima, una adolescente española de 15 años, fue trasladada de urgencia al Hospital de Torrevieja tras sufrir heridas de arma blanca. Lamentablemente, su vida no pudo ser salvada, lo que ha conmovido a la comunidad y ha generado un llamado a la reflexión sobre la violencia de género y las dinámicas de abuso entre jóvenes.

La Guardia Civil, al recibir el aviso sobre este violento incidente a las 21:10 horas, actuó rápidamente y detuvo a un menor de 15 años horas después, a las 23:30, bajo la acusación de homicidio. Este caso pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar la violencia juvenil y los factores que pueden contribuir a tales tragedias, así como el papel fundamental del sistema judicial en la protección de las víctimas y la reeducación de los agresores.