En la ciudad de València, una mujer joven de 22 años ha confesado haber asesinado a su madre en abril de 2020, cuando aún era menor de edad, en una vivienda en l'Alcúdia de Crespins, Valencia. Durante más de cuatro meses convivieron con el cadáver de la víctima, en un contexto de restricciones por la pandemia de Covid-19.

La acusada ha admitido que su pareja instigó la agresión, pero fue ella quien finalmente apuñaló a su madre en el cuello. La joven enfrenta una pena de 30 años de prisión, acusada de asesinato y robo con violencia, además de una indemnización de 80.000 euros. La defensa niega los hechos presentados por la acusación.

En este caso también estaba involucrado el novio de la acusada, que fue condenado a internamiento por ser menor de edad en el momento del crimen. Los hechos ocurrieron en una vivienda donde vivía la madre de la acusada, de nacionalidad búlgara.

La joven, emocionada durante el juicio, reveló que junto a su novio planeó matar a su madre para poder estar juntos y solventar las deudas del joven por drogadicción. El día del crimen, el novio llevó un cuchillo y barras de pan a la casa de la madre de la acusada, justificando su salida con medidas permitidas durante la pandemia.

Tras un ataque con amoniaco, golpes y puñaladas, la madre falleció a causa de un shock con perforación del corazón. Los jóvenes robaron dinero a la víctima y convivieron con el cadáver hasta que fueron descubiertos por la Guardia Civil en agosto de 2020, tras denuncias de conocidos.

La joven relató que su relación con su madre era conflictiva, agravada por la oposición de la madre a la relación con su novio. Consumidora de drogas, la acusada se vio envuelta en un plan para asesinar a su madre, llevado a cabo por su pareja. Arrepentida, pidió perdón al final de su declaración.