El director de la Agencia Valenciana Antifraude, Joan Llinares, ha negado rotundamente las acusaciones de acoso sexual en el organismo, y ha afirmado que se están llevando a cabo investigaciones sobre dos funcionarias por supuestas filtraciones de información confidencial relacionada con el tema.
En comparecencia ante la comisión de Economía de Les Corts, Llinares ha explicado los casos de acoso que han sido archivados después de una encuesta realizada a los trabajadores de forma anónima. Dos de los 47 empleados encuestados afirmaron haber sufrido algún tipo de acoso, pero no se pudo identificar ninguna situación, hecho o persona relacionada con ello. A pesar de esto, se tomaron medidas y se recordó a los empleados la existencia de canales de denuncia.
El director de la Agencia ha denunciado filtraciones a la prensa durante la investigación, lo que ha generado indefensión al personal y ha causado daño a la reputación de la plantilla. Llinares ha calificado estas acciones como una campaña de desprestigio con el propósito de destruir a la Agencia.
En relación a las filtraciones, se abrieron expedientes disciplinarios a dos funcionarias por haber compartido información confidencial sin autorización. Se está llevando a cabo una investigación para determinar el alcance de estas filtraciones y si hay más personas involucradas.
La comparecencia ha llevado a Llinares a plantear la posibilidad de una relación entre el exsíndic socialista Manolo Mata, abogado de las denunciantes, y las campañas de desprestigio contra la Agencia. También ha mencionado la visita de un responsable sindical para archivar los expedientes, cuyas funcionarias son miembros de UGT. Estas especulaciones, aunque no confirmadas, han generado sospechas en el director de la Agencia.
En respuesta a estas acusaciones, el diputado socialista José Muñoz ha mostrado su indignación y ha reafirmado que la Agencia es un bien que debe protegerse y no está ligada a intereses individuales.