La reciente manifestación en Valencia ha resonado con un profundo sentimiento de "dolor y tristeza" tras la trágica muerte de una mujer en Orihuela, lo que ha impulsado al movimiento feminista a salir a las calles este 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia Machista.

Organizada por colectivos feministas, la marcha tuvo lugar en un contexto de indignación y demanda de justicia, evidenciando el rechazo a la "impunidad" y al "negacionismo" que, a su juicio, promueve la extrema derecha. Bajo el poderoso lema "Contra todas las violencias machistas. Fartes de impunitat", los participantes se reunieron en la Porta de la Mar a las 19.00 horas, marcando una nueva jornada de lucha en el corazón del 'cap i casal'.

Se escucharon gritos de protesta que resonaban en el aire, tales como "No estamos todas, faltan las asesinadas" y "Sola, borracha, quiero llegar a casa", que reflejan el clamor colectivo por un cambio radical en la forma en que la sociedad aborda la violencia de género. Otras contundentes expresiones como "No es un caso aislado, se llama patriarcado" y "No son arrebatos, son asesinatos" también fueron coreadas, subrayando la necesidad de visibilizar y erradicar esta problemática.

La multitud, empoderada y unida, hizo eco de diversas consignas que exaltaban la lucha feminista, tales como "Viva, viva, viva la lucha feminista", "Tranquila, hermana, aquí está tu manada" y "No son muertes, son asesinatos", creando un ambiente de solidaridad y fuerza colectiva. Con gritos como "Con ropa o sin ropa, mi cuerpo no se toca", los asistentes reafirmaron su derecho al libre albedrío y la necesidad de que todos los cuerpos sean respetados.

La movilización, aunque marcada por la tristeza, se convierte también en un símbolo de resistencia y fortaleza ante un sistema que muchas consideran fallido en la protección de sus vidas y derechos. El eco de esta manifestación surcará las calles, recordando a todos que la lucha continúa.

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