En un juicio reciente, una médica ha sido declarada culpable por negarse a acudir al domicilio de un paciente que vivía justo en frente del centro sanitario en el que estaba de guardia. Trágicamente, el paciente falleció poco después de la negativa de la facultativa. El jurado popular determinó que la médica había cometido un delito de omisión del deber de socorro.
La médica se encontraba en el Punto de Atención Sanitaria (PAS) de la calle Juan Llorens de València cuando, en septiembre de 2019, se produjo el incidente. Uno de los hijos del paciente solicitó asistencia urgente debido a las convulsiones que presentaba su padre. Sin embargo, la facultativa se negó a salir del centro argumentando que no podía hacerlo sin ser activada por el CICU, el Centro de Información y Coordinación de Urgencias.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 22 de septiembre de 2019, cuando el paciente, quien había sido sometido a una intervención cardíaca recientemente, empeoró considerablemente. Los hijos del paciente alertaron al servicio de emergencias y uno de ellos cruzó la calle para solicitar ayuda en el centro médico cercano. A pesar de esto, la médica se negó a salir del centro y el paciente falleció por una insuficiencia cardiorrespiratoria.
En el juicio, la facultativa defendió su decisión argumentando que cumplió los protocolos establecidos. Según sus palabras, solo podía abandonar el centro si era activada por el CICU y, de lo contrario, solo podía atender las urgencias en la puerta del centro. Además, afirmó que no salió a hablar con el familiar del paciente porque el celador solo le informó que se encontraba "mal" y creía que el 112 ya había sido avisado. La médica también justificó que no salió a verificar si la ambulancia había llegado porque le dijeron que el paciente vivía "cerca, no enfrente". En definitiva, afirmó que actuó de acuerdo con las normas internas y que volvería a hacer lo mismo en una situación similar.
Aunque la negativa de la médica no tuvo un impacto directo en la muerte del paciente, resulta preocupante que una profesional de la salud se niegue a brindar asistencia en una situación de emergencia. Este caso pone de manifiesto la importancia de revisar y actualizar los protocolos y normativas para garantizar que los pacientes reciban la atención necesaria en todo momento y en todas las circunstancias.