En València, el Ayuntamiento ha aprobado incluir una nueva tasa de recogida y transporte de basuras en sus ordenanzas fiscales para el año 2025, como parte de una normativa estatal derivada de una directiva europea. Se estima que esto permitirá recaudar 47,6 millones de euros.
El equipo de gobierno, liderado por María José Catalá (PP) y conformado por PP y Vox, ha expresado su oposición a esta medida, calificándola como el "basurazo" de Pedro Sánchez. Tanto la alcaldesa como la primera teniente de alcaldía y concejala de Hacienda han reiterado su rechazo en una rueda de prensa.
La Junta de Gobierno Local ha aprobado las nuevas ordenanzas, que abordan el tema de la tasa de recogida de basuras siguiendo la legislación estatal vigente. Se destaca la obligatoriedad de implementar esta tasa a partir del 2025, según lo establecido en la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
Según el Ayuntamiento, debido a la imposibilidad de asumir los costos de este servicio, se trasladará completamente el pago a los ciudadanos. Esta medida ha generado críticas desde el gobierno local, que considera que va en contra de los intereses de los valencianos.
El debate en torno a este "basurazo" se intensifica, con el oficialismo local reafirmando su postura de aliviar la carga fiscal de los ciudadanos. Se plantea que, por primera vez en la historia del municipalismo español, el Gobierno establece una tasa nacional que afectará a todos los ayuntamientos.
Para cumplir con la normativa y reflejar el costo real de operaciones como la recogida y transporte de basuras, el Ayuntamiento ha determinado las cuotas para esta nueva tasa. Se considerarán factores como el consumo de agua en viviendas y actividades económicas para calcular los pagos correspondientes.
Además de abordar la nueva tasa de basuras, las Ordenanzas Fiscales para 2025 contemplan reducciones y bonificaciones fiscales para aliviar el impacto en los ciudadanos. Se mantendrán medidas de rebaja fiscal aprobadas en años anteriores y se incluirán beneficios para familias numerosas, usuarios de servicios municipales, y actividades económicas específicas.
En resumen, el Ayuntamiento de València se prepara para implementar la nueva tasa de recogida y transporte de basuras en cumplimiento de la legislación vigente, mientras busca mitigar el impacto económico en los ciudadanos a través de medidas fiscales compensatorias.
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