El vicepresidente segundo y conseller para la Recuperación Económica y Social, Francisco José Gan Pampols, ha puesto de relieve la insostenible situación que enfrenta España en la gestión de vehículos dañados. Durante una reciente reunión con el alcalde de Albal (Valencia), José Miguel Ferris, el conseller afirmó que el país carece de la "capacidad material" necesaria para abordar eficientemente la cantidad de vehículos siniestrados provocados por la dana del 29 de octubre. "El número de vehículos que hay que gestionar satura las capacidades de un país como España", aseguró de forma contundente.
Frente a este reto, Gan Pampols ha propuesto la implementación de una planta de reciclado móvil como una solución viable, subrayando que actualmente no existen alternativas efectivas para el tratamiento de estos automóviles. Reconoció que establecer esta planta presenta un "problema de ingeniería", aunque enfatizó que la creación de una instalación de este tipo podría reducir significativamente los desplazamientos y mejorar el rendimiento del proceso de reciclaje. "Se ahorrarían muchísimos desplazamientos intermedios y el rendimiento aumentaría", afirmó.
Asimismo, el vicepresidente ha hecho hincapié en la necesidad de avanzar en el desarrollo del concepto de una planta de reciclaje móvil. "Es posible que exista una solución, pero necesitamos que nos la proporcionen", indicó, resaltando la importancia de no solo considerar su viabilidad técnica, sino también la fabricación efectiva de esta instalación, que sería móvil y adaptativa.
El proceso de achatarrado implica una serie de pasos cruciales que inician con la descontaminación del vehículo. Esto incluye la extracción de fluidos peligrosos, tales como aceites y grasas, así como la eliminación de neumáticos y componentes electrónicos susceptibles de causar contaminación. Gan Pampols expresó que, tras este proceso, el vehículo se reduce a un bloque manejable que puede ser transportado a una planta de reciclaje final. "Achatarrar un vehículo es descontaminarlo primero", detalló.
El conseller también destacó las limitaciones del proceso actual de desguace, el cual resulta lento y poco eficiente. "Cuando se contrata un desguace, la empresa retira el vehículo, lo descontamina y se lo lleva, pero no achatarrado. ¿Cuántos se pueden llevar? En el mejor de los casos, seis", observó, justificando la necesidad de optimizar el proceso mediante el achatarrado in situ. Esto permitiría aumentar considerablemente la cantidad de vehículos que se pueden trasladar a la planta final de reciclado.
Gan Pampols no dejó de señalar que, a pesar de las complicaciones logísticas que conlleva la idea de la planta de reciclaje, no hay alternativas viables en la actualidad. Los desafíos, según él, se presentan en una cadena de problemas, comenzando desde la necesidad de que el Consorcio de Compensación determine el estado del vehículo en el lugar, lo que complica aún más la gestión.
El conseller advirtió que manejar la sátira de tantos vehículos siniestrados excede la capacidad actual en todo el territorio nacional, reiterando que "satura las capacidades de un país como España". Sin embargo, es optimista: "¿Se hará? Naturalmente. ¿Cómo? De la mejor manera posible. ¿En qué tiempo? En el mínimo, pero hay que respetar una serie de pasos y medidas de seguridad que no podemos vulnerar", destacó, advirtiendo que cualquier error podría complicar aún más la situación.
En otro orden de ideas, se abordó la cuestión de un producto espesante para facilitar la extracción del lodo en garajes. Gan Pampols mencionó que, según su información, este tipo de material se está utilizando de manera muy específica y no universalmente, ya que en ciertos lugares es más eficaz emplear vagonetillas para transportar el lodo acumulado al exterior.
El vicepresidente también subrayó que, actualmente, los equipos más eficientes son las bombas aspirantes impelentes y las cubas, conocidas como "chuponas". Sin embargo, enfatizó la necesidad de aumentar la capacidad de bombeo, una tarea que requiere de soluciones ingenieriles con mayor potencia. "Estamos estudiando la posibilidad de implementar motobombas móviles para optimizar el proceso", añadió, reconociendo el desafío de la ingeniería que ello implica.
Finalmente, ante la creciente preocupación sobre el desbordamiento de desguaces debido a la gran cantidad de residuos generados por la dana, el conseller confirmó que el Consell ha solicitado al Gobierno la posibilidad de trasladar vehículos a otras comunidades autónomas, subrayando que esta es la única solución viable en el momento. "No me preocupa; me ocupa. Y cuantos más recursos se puedan conseguir, mejor", concluyó, demostrando su compromiso con una gestión responsable y efectiva en esta crisis.
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