Policía salva a varias personas atrapadas en la Dana con cuerdas y cinchas bajo el puente de la CV-33.
VALÈNCIA, 21 de noviembre. En una impresionante demostración de valentía y colaboración, un agente de la Policía Nacional logró rescatar a varias personas atrapadas bajo el puente de la CV-33 durante las intensas lluvias provocadas por la Dana. Utilizando cuerdas y cinchas proporcionadas por transportistas presentes en la zona, el agente llevó a cabo una heroica operación de salvamento, que incluyó a una niña que necesitaba urgente atención médica en un hospital al día siguiente, como se detalla en un comunicado de la Jefatura.
El dramático suceso ocurrió el pasado martes, 29 de octubre, alrededor de las 22 horas. Mientras se dirigía a su puesto de trabajo entre el Polígono de Albal y Catarroja, el agente notó que el agua empezaba a inundar su vehículo. Ante la devastadora escena que se presentaba en el carril contrario, decidió abandonar su automóvil y buscar refugio en un puente cercano.
Fue en este lugar donde, a través de unos gritos desesperados, se dio cuenta de que había una familia atrapada. Un policía local estaba tratando de mantener a flote a dos padres y su pequeña hija, quienes se encontraban en el techo de su auto particular, rodeados de agua. La situación era crítica y requiere de una rápida intervención.
Consciente de la urgencia de la situación, el agente de la Policía Nacional diseñó un plan de rescate que implicaba el uso de nudos de seguridad y cinchas que los camioneros en el puente habían puesto a su disposición. Manejando la tensión del momento, llevó a cabo un descenso cuidadoso, estableciendo un pasamanos con la ayuda de los testigos y transportistas presentes en el puente.
Gracias a la colaboración de los ciudadanos y a su destreza, logró poner a salvo tanto a la familia atrapada como al policía local. Una vez que todos se encontraban en un punto seguro, el agente localizó la necesidad urgente de evacuar a la niña hacia un hospital, dado que tenía programada una intervención quirúrgica al día siguiente. Mientras tanto, el agente de la Policía Nacional se dedicaba a buscar mantas y refugio para mantener a todos calientes y calmar a la pequeña.
Además de rescatar a la familia, los dos agentes lograron salvar a siete personas adicionales que se aferraban a barreras de hormigón en un intento desesperado por no ser arrastradas por la fuerte corriente. En ese crítico momento, el único refugio seguro era elevarse hacia una zona más alta.
Durante las operaciones de rescate, se produjo una constante amenaza de ser golpeados por escombros y estructuras arrastradas por la corriente. Sin embargo, la valentía de los vecinos, quienes iluminaban la escena con sus linternas desde arriba, orientó a los rescatistas y los alertó sobre los peligros inminentes que se acercaban por el agua y el lodo.
Finalmente, cuando el nivel del agua comenzó a descender alrededor de las 5 de la mañana, una patrulla de la Guardia Civil logró acceder al puente de la CV-33 y trasladar a la niña al hospital, donde pudo recibir la intervención que necesitaba.
Veinticuatro horas después de estos acontecimientos, los agentes realizaron una llamada telefónica para preguntar por el estado de la menor. En respuesta, les informaron que la intervención se llevó a cabo exitosamente y que, a pesar de la difícil situación, la familia se encontraba bien.
Este caso resalta el trabajo en equipo y la dedicación de los agentes involucrados: uno perteneciente a la Comisaría de Policía Nacional del Distrito de Trànsits y el otro a la 1ª Comisaría de Proximidad de Policía Local de València. Juntos, no solo salvaron vidas, sino que también demostraron el poder de la solidaridad en tiempos de crisis.
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