Un colaborador de Zaplana confiesa ser su testaferro y haber recibido órdenes para manejar su dinero y cumplir favores.
En la tercera sesión del juicio por el caso Erial, Joaquín Miguel Barceló, amigo de la infancia del exministro del PP y expresidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, ha revelado información comprometedora. Barceló ha confesado que fue testaferro de Zaplana, manejando su dinero mientras él ocupaba cargos políticos.
El caso Erial investiga el presunto cobro de más de 10 millones de euros en comisiones relacionadas con concesiones de ITV y parques eólicos en la Comunitat Valenciana. Un total de 15 acusados, incluido Zaplana, están siendo juzgados, y se estima un fraude de más de 20 millones de euros.
Barceló ha admitido que conoce a Zaplana desde hace medio siglo, manteniendo una amistad cercana a lo largo de los años. Durante un tiempo, actuó como testaferro del político, firmando papeles sin leer y participando en diversas sociedades a petición de Zaplana.
Ante la pregunta directa del fiscal sobre si era testaferro de Zaplana, Barceló no dudó en confirmarlo. Reconoció haber realizado favores a solicitud del exmandatario, sin cuestionar la legalidad de sus acciones en ese momento.
El testigo declaró que se le informó que el dinero de las sociedades donde figuraba como titular pertenecía a Zaplana y su familia, y que se le aseguró que no estaba sujeto a impuestos, presentándolo como una práctica habitual y correcta. Estas revelaciones plantean aún más incógnitas sobre las actividades financieras de Zaplana y su entorno.
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