El Ayuntamiento de València ha anunciado que licitará la contratación del inventario, catalogación y conservación preventiva de los restos de la 'Tortada', la antigua plaza del Ayuntamiento diseñada por Goerlich. El objetivo es evaluar una propuesta de recuperación o reubicación de las piezas.
El concejal delegado de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales, José Luis Moreno, ha destacado que esta labor permitirá a las nuevas generaciones de valencianos conocer cómo era la actual plaza del Ayuntamiento hace casi un siglo. Este proyecto es considerado complejo debido a la dispersión de los restos en diferentes lugares de la ciudad y su área metropolitana.
La 'Tortada' fue inaugurada en 1933 con un diseño único, pero se demolió en 1961. Los restos quedaron dispersados en varios lugares de la ciudad, incluyendo el almacén municipal de Borbotó, los terrenos de Ferrocarrils de la Generalitat y espacios públicos de Paiporta. Incluso se cree que también hay restos en el Monasterio de Santa María del Puig.
En colaboración con el Servicio de Patrimonio Histórico y Artístico del Ayuntamiento, la empresa adjudicataria deberá realizar el trabajo en un plazo máximo de tres meses y medio. El contrato tiene un valor estimado de 133.842,21 euros. Este proyecto también podría revelar nuevos hallazgos en lugares cercanos a las Torres de Serranos y Quart, la Iglesia de San Pascual Baylón y el monumento a Sorolla de la plaza de la Armada Española.
La 'Tortada' fue desmontada en 1961 y sus piezas fueron enumeradas y retiradas con el objetivo de reutilizarlas en el futuro. Actualmente, todavía se conservan algunas piezas en diferentes lugares de València, como una fuente en el Pla de la Saïdia y columnas completas en el entorno del monumento als Maulets.
El proyecto de la plaza fue redactado por el arquitecto municipal Francisco Javier Goerlich a partir de 1927. La reforma se llevó a cabo entre 1931 y 1933, durante el gobierno de la II República. La nueva plaza formaba parte de un proyecto de renovación urbana que incluía la construcción del edificio de Correos y la ampliación y reforma de la Casa Consistorial.
En 1961, el alcalde de aquel entonces decidió demoler la 'Tortada' debido a su escasa funcionalidad y falta de adecuación a las necesidades de la fiesta fallera y la industria automovilística. La plaza fue reemplazada por un aparcamiento de coches en superficie y se realizaron modificaciones en las calles adyacentes.