La alcaldesa de València, María José Catalá, ha expresado su confianza en que la moratoria de licencias de apartamentos turísticos, que busca aprobar en la ciudad, cuente con el "consenso" de la oposición y Vox. Esta medida servirá para trabajar en una normativa que regule aspectos como el acceso diferenciado de estos alojamientos en comunidades de propietarios o su ubicación en determinadas plantas.

En declaraciones a los medios antes de firmar un convenio de colaboración con la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) en el contexto de la Capitalidad Verde Europea, Catalá ha puntualizado que la suspensión de licencias propuesta tendrá una duración de un año y que, aunque podría ser prorrogable, se espera que no sea necesario. Este tiempo permitirá al Ayuntamiento regular y brindar seguridad jurídica al sector de los apartamentos turísticos.

La alcaldesa ha señalado que la moratoria no afectará a los bloques completos de apartamentos turísticos ni a los hoteles, ya que el foco recae en las comunidades de propietarios que ven con preocupación la presencia de estos alojamientos en su edificio. Catalá ha enfatizado la necesidad de regular aspectos como los accesos diferenciados y la ubicación de los apartamentos turísticos en determinadas plantas.

Respecto a la aprobación de la moratoria en el pleno ordinario de mayo, la alcadesa confía en que tanto el PSOE como Compromís mantendrán su apoyo, dado que habían solicitado esta medida previamente. En cuanto al respaldo de Vox, Catalá ha manifestado que confía en el sentido común y en que haya consenso entre todos los grupos políticos.

En cuanto a la regulación de los cruceros en la ciudad, Catalá ha subrayado la importancia de proporcionar seguridad jurídica al sector turístico. Se busca evitar la llegada de las llamadas "ciudades flotantes", que atraen a turistas que permanecen poco tiempo en la ciudad y no generan un impacto económico significativo.

La alcaldesa ha mencionado que se planea evitar la llegada masiva de cruceros a partir de 2026, ya que en 2025 las programaciones de las compañías navieras estarán cerradas. Catalá ha mantenido conversaciones con la Autoridad Portuaria de Valencia para implementar esta medida y asegurar un turismo sostenible y de calidad en la ciudad.