El Ayuntamiento de València ha propuesto solicitar al Gobierno de España la declaración de los Gay Games como un acontecimiento público excepcional, con el apoyo de PP, Compromís y PSPV y en contra de Vox. Además, también se ha acordado pedir el respaldo de Les Corts Valencianes y de la Diputación de Valencia para que el evento tenga trascendencia nacional e internacional.
Vox ha votado en contra de esta iniciativa argumentando que los Gay Games son una invención del marxismo cultural y de la izquierda política. Según el portavoz del partido en el consistorio, Juanma Badenas, esta competición pretende imponer ideas absolutistas sobre nuestra sociedad.
Los Gay Games son una competición deportiva y cultural importante que se celebra cada cuatro años desde 1982. Promueve principios como la diversidad, la participación, la inclusión y la superación personal, y está abierta a la participación de cualquier persona independientemente de su sexo, raza, origen étnico, discapacidad, orientación sexual o religión.
Está previsto que los juegos se realicen en junio de 2026 y duren 10 días, con más de 37 deportes y 20 eventos culturales. Se espera la participación de entre 13.000 y 15.000 deportistas, cerca de 100.000 visitantes y un impacto turístico estimado superior a los 100 millones de euros.
La declaración de los Gay Games como un acontecimiento de interés público excepcional fomentaría la colaboración privada y proporcionaría incentivos fiscales a las empresas valencianas que participen en el evento, según el consistorio.
Por otro lado, el concejal socialista Borja Sanjuán ha manifestado que el PP se ha visto obligado a presentar una moción en la comisión debido a las reticencias de Vox a destinar una partida presupuestaria para la organización de los juegos en 2026.
Desde Compromís, la concejala Lucía Beamud ha destacado que gracias al impulso de su partido y del PSPV, los Gay Games se celebrarán en València, aunque ha criticado la postura de PP y Vox, especialmente las declaraciones homófobas del teniente de alcalde Juan Manuel Badenas.
Vox ha justificado su voto en contra argumentando que la declaración de los juegos refuerza los axiomas de la política de identidad y de la corrección política. Consideran que el nombre de los juegos es discriminatorio y apuestan por una competición para todos sin etiquetas ni adjetivos que creen divisiones en la sociedad.
En resumen, el Ayuntamiento de València ha propuesto solicitar la declaración de los Gay Games como un acontecimiento público excepcional, con el respaldo del PP, Compromís y PSPV. Sin embargo, Vox ha votado en contra argumentando que los juegos son una invención del marxismo cultural y de la izquierda política. Los Gay Games promueven la diversidad y la inclusión, y se espera que tengan un gran impacto económico en la ciudad. La declaración de interés público excepcional abriría la puerta a la colaboración privada y a incentivos fiscales para las empresas participantes.