La Cartuja de Portaceli es uno de los lugares más emblemáticos de la provincia de Valencia. Fundada en el siglo XIII, esta cartuja esconde una historia fascinante que merece ser contada.
La Cartuja de Portaceli fue fundada en 1272 por el rey Jaime I de Aragón. El monarca entregó a la orden cartuja un terreno de su propiedad situado en el término municipal de Simat de la Valldigna, en el norte de la provincia de Valencia. El objetivo de la fundación de la Cartuja de Portaceli era el de crear un centro de oración y contemplación en la zona, así como extender la influencia de la Iglesia en la región.
La Cartuja de Portaceli consta de varios edificios de gran valor artístico e histórico. El más destacado es la iglesia de Santa María, construida en el siglo XIV y que cuenta con un retablo mayor atribuido a Juan de Juanes. Otro edificio importante de la Cartuja es el Palacio de los Padres, que consiste en un conjunto de viviendas destinadas a los religiosos de la orden. En él destacan la capilla de San Bruno y la capilla de la Virgen de Portaceli, ambas con una gran riqueza artística.
La Cartuja de Portaceli ha sufrido varias reformas a lo largo de su historia. La más destacada fue la llevada a cabo en el siglo XVIII, en la que se remodeló el conjunto monástico y se construyó el claustro barroco. Además, se erigieron numerosas capillas y altares en el interior de la iglesia, lo que le confiere un aspecto majestuoso y suntuoso.
La Cartuja de Portaceli alberga un importante patrimonio artístico. A los ya mencionados retablos de la iglesia de Santa María, se suman una serie de obras de diferentes épocas y estilos artísticos. Entre ellas destacan la talla renacentista de San Bruno, atribuida a Jerónimo Quijano, y la imagen de la Virgen de Portaceli, obra de Juan de Juanes.
En el siglo XIX, con la desamortización de bienes eclesiásticos, la Cartuja de Portaceli fue confiscada por el Estado. El conjunto monástico fue vendido y utilizado como cantera de materiales de construcción. Afortunadamente, en el siglo XX se llevó a cabo una serie de restauraciones y obras de conservación que permitieron recuperar gran parte del patrimonio de la Cartuja.
La Cartuja de Portaceli es uno de los lugares más interesantes y bellos de la provincia de Valencia. Si tienes la oportunidad de visitarla, te recomendamos que te dejes llevar por su historia y su arquitectura. Y no olvides disfrutar de las vistas desde la terraza del Palacio de los Padres, desde donde se divisa una panorámica espectacular de la comarca de la Valldigna.