Para comprender el inicio de la Guerra de Sucesión en Valencia, es importante hacer un repaso de los antecedentes que llevaron a este conflicto histórico. La muerte de Carlos II de España en 1700, sin descendencia directa, desencadenó una disputa por la sucesión al trono español entre dos casas reales europeas: los Borbones y los Habsburgo.
En el caso de Valencia, la nobleza y el clero defendían mayoritariamente la candidatura del archiduque Carlos de Austria, mientras que la clase media y el campesinado apoyaban la llegada de Felipe V de Borbón al trono. Esta división interna en la sociedad valenciana fue el caldo de cultivo para el estallido de la Guerra de Sucesión en la región.
La Guerra de Sucesión en Valencia comenzó oficialmente en 1705, cuando las tropas del archiduque Carlos de Austria entraron en la ciudad de Valencia y proclamaron su apoyo a su candidatura al trono español. Esto desencadenó una serie de enfrentamientos armados entre los partidarios de cada bando, que se prolongaron durante varios años en la región.
Uno de los episodios más emblemáticos de la Guerra de Sucesión en Valencia fue el Sitio de Valencia en 1706, donde las tropas borbónicas lideradas por el duque de Berwick sitiaron la ciudad durante varios meses, hasta que finalmente lograron rendirla y someterla al control borbónico.
La Guerra de Sucesión tuvo un impacto significativo en la sociedad valenciana, tanto a nivel político como económico y social. La supresión de los fueros y privilegios de Valencia mediante los Decretos de Nueva Planta significó el fin de la autonomía política de la región y la imposición de un modelo centralista y absolutista.
Además, la represión llevada a cabo por las autoridades borbónicas contra los partidarios del archiduque Carlos de Austria provocó la huida de numerosos valencianos al exilio, lo que supuso la pérdida de parte de la población activa y la diáspora de conocimientos y talentos en la región.
En conclusión, el inicio de la Guerra de Sucesión en Valencia marcó un punto de inflexión en la historia de la región, que se vio sometida a un proceso de centralización y represión política durante el reinado de Felipe V de Borbón. Los Decretos de Nueva Planta y la supresión de los fueros significaron el fin de la autonomía política de Valencia y la imposición de un modelo absolutista que tendría repercusiones a largo plazo en la sociedad valenciana.