Los jóvenes condenados por abusos sexuales a una menor no se presentaron a la audiencia programada este lunes en la Audiencia de Valencia, lo que ha llevado a las acusaciones a afirmar que podrían haberse dado a la fuga.

La Fiscalía y la acusación particular han solicitado la emisión de una orden europea de detención contra los dos condenados, quienes fueron sentenciados a 12 y 20 años de prisión por abusar de una niña de 14 años durante una fiesta celebrada el 27 de septiembre de 2020 en un paraje a las afueras de L'Olleria, en la comarca de la Vall d'Albaida.

Según la información obtenida, estaba prevista una vista a las 9:15 de la mañana en la que se iba a solicitar su ingreso en prisión, tras la condena dictada por el tribunal la semana anterior por un delito de violación grupal.

No obstante, al no comparecer, tanto la Fiscalía como el abogado de la acusación particular, Juan Molpeceres, han instado a la Audiencia a que emita una orden de búsqueda y captura a nivel internacional. Uno de los condenados, quien recibió una pena de 12 años, ya había abandonado el país antes de la audiencia, mientras que su compañero aparentemente hizo lo mismo después.

Los jóvenes fueron condenados por abusos sexuales a menores de 16 años, y uno de ellos recibió adicionalmente ocho años de cárcel por otro delito cometido tras la fiesta. En la sentencia, el tribunal decidió absolver a dos acusados que originalmente enfrentaban cargos relacionados con el caso.

Los integrantes de la denominada "manada" de la Vall d'Albaida se declararon inocentes durante el juicio, a pesar de que la Guardia Civil había indicado que la menor pudo haber sido víctima de abusos por hasta 15 personas, algunas de las cuales no fueron identificadas.

Los hechos ocurrieron la noche del 27 de septiembre de 2020, cuando la víctima asistió a la fiesta acompañada de una amiga. En ese evento, coincidiría con los condenados y varias otras personas, en su mayoría hombres.

La sentencia detalla que la menor consumió alcohol, lo que afectó su capacidad para consentir. Ella comenzaron a bailar con los condenados, quienes eran plenamente conscientes de su estado y de la edad de la víctima.

Posteriormente, la menor fue llevada a un lugar apartado conocido como "el muro", donde los dos condenados abusaron de ella de forma simultánea. La víctima describió haber escuchado voces y haber notado la presencia de otros hombres, aunque no pudo identificarlos.

Tras los abusos, la menor recibió mensajes de uno de los condenados, quien le proponía un trío. La chica accedió a reunirse con él en una casa deshabitada, donde se encontró con el otro condenado, quien había sido invitado a participar.

Uno de los acusados, que fue absuelto, abandonó el lugar tras tener relaciones sexuales con la menor. El otro, sin embargo, continuó abusando de ella durante varias horas, hasta la mañana del día siguiente.

Si bien la víctima no sufrió lesiones físicas, los daños morales fueron profundos, lo que llevó a la menor, acompañada de su madre, a presentar una denuncia ante la Guardia Civil.