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Especialista advierte que los drenajes son menos efectivos tras la tormenta: "La lluvia de hace dos años causa las mismas inundaciones".

Especialista advierte que los drenajes son menos efectivos tras la tormenta:

VALÈNCIA, 17 de diciembre. En una alarmante declaración, Miguel Ángel Galán Eguibar, subdirector de Infraestructuras de la Universitat Politécnica de València (UPV) y experto en ingeniería de Caminos, ha señalado que la red de colectores en la provincia ha alcanzado un estado crítico, empeorando desde la devastadora dana que azotó la región el 29 de octubre de 2024 y que dejó, lamentablemente, 230 víctimas mortales.

Galán explicó a Europa Press que "una lluvia que hace dos años no causaba inundaciones en ciertas áreas, ahora tendría un impacto devastador". Esta advertencia refleja la incapacidad de la red actual para manejar episodios de lluvias, habiendo identificado varios factores que han contribuido a su colapso.

Entre las causas mencionadas, el ingeniero destacó que durante el proceso de limpieza posterior a la dana, muchas personas vertieron barro en el alcantarillado, lo que ha dado lugar a un desbordamiento de sedimentos que han obstruido completamente la red de desagües.

Valencia enfrenta una situación particular en cuanto a la composición de sus sedimentos. Galán explicó que la geografía de la región contribuye a la formación de un "limo gris" que, al entrar en contacto con agua, se transforma en una pasta pegajosa, similar a la harina, pero que se endurece al secarse, dificultando su eliminación del sistema de drenaje.

El ingeniero subrayó que la dureza del agua en Valencia, rica en cal, exacerba este problema, ya que amplifica la tendencia de los sedimentos a endurecerse. Esto resulta en una mezcla que adquiere características semejantes a un "minicemento de baja calidad", bloqueando los colectores y complicando el flujo de agua.

“El agua puede fluir, pero el barro se queda atrapado", resaltó Miguel Ángel Galán, quien agregó que han intentado limpiar las tuberías, pero el proceso ha sido insuficiente y muchos municipios aún enfrentan serios problemas para desatascar su red de drenaje.

El profesor indicó que en "casi un tercio" de los municipios que ha consultado, se han hecho algunos progresos en la limpieza de tuberías grandes usando mangueras a presión, pero en los conductos más pequeños, donde las calles son angostas, este método resulta ineficaz. “La capacidad de circulación de estos tubos se ha visto severamente comprometida", explicó.

Aunque el problema ha sido más manejable en los tubos intermedios, la existencia de sedimentos acumulados ha reducido significativamente su capacidad operativa, lo que predice que futuras lluvias puedan causar inundaciones en áreas que anteriormente permanecían secas.

Galán advirtió que "la red de colectores está en un peor estado que antes de la dana" y enfatizó que una lluvia que antes no causaba problemas ahora podría inundar muchas calles debido a la reducción en la capacidad de desagüe de los colectores.

Reflexionando sobre la geomorfología del terreno y las deficiencias en la infraestructura de drenaje, constantó que estas condiciones perpetúan el ciclo de inundaciones en la región, condenando a la población a enfrentar estos episodios de manera recurrente.

Al abordar la necesidad de soluciones, el ingeniero expuso que es imperativo "reemplazar la red de colectores", aunque los municipios se enfrentan a grandes dificultades presupuestarias que dificultan la ejecución de proyectos de tal envergadura. La falta de financiamiento suficiente ha limitado las reparaciones a trabajos superficiales, dejando el problema central sin abordar.

“Aunque han logrado llevar a cabo algunas reparaciones gracias a ayudas recibidas, la situación persiste. Solucionar esto es como hacer una microcirugía urbana, es complicado", advirtió Galán, quien manifestó que los plazos para resolver el problema son poco realistas en el corto plazo.

El ingeniero también remarcó que no se trata solo de un problema de recursos financieros, sino que la planificación y la organización son igualmente cruciales: “No se puede levantar toda una ciudad de una vez para reemplazar los colectores; la vida cotidiana de los ciudadanos debe ser una prioridad”, enfatizó.

Por otro lado, sugirió que los ayuntamientos son quienes viven en primera persona estas dificultades, aunque expresó cierta incertidumbre sobre si otras administraciones están igualmente comprometidas con la solución de los problemas de drenaje.

Finalmente, Galán concluyó que la red de colectores, diseñada para operar como un canal, se ha visto comprometida tras la dana, lo que ha llevado a una presión anormal en el sistema de saneamiento y ha causado fugas que a su vez deterioran el terreno circundante, ocasionando hundimientos que afectan pavimentos y edificios. “Esto podría provocar daños a largo plazo si no se toma acción”, concluyó, subrayando la necesidad de un enfoque proactivo ante la creciente crisis hídrica en Valencia.