VALÈNCIA, 26 de noviembre. En un trágico giro de los acontecimientos, la clínica dental de Alzira ha sido objeto de un registro por parte del Grupo de Homicidios de Valencia, tras la muerte de una niña de seis años y el ingreso de otra menor de cuatro años que continúa en tratamiento en el Hospital Clínico de la capital valenciana. Esta investigación se lleva a cabo con autorización del juzgado, en medio de un ambiente de conmoción y preocupación comunitaria.

Las fuentes policiales han indicado a Europa Press que este registro es parte de la investigación que comenzó tras la revelación del fallecimiento de la menor. La magistrada de guardia en la sección civil y de instrucción del Tribunal de Alzira ha iniciado diligencias para esclarecer este trágico suceso, que ha dejado a la comunidad en estado de alerta y desasosiego.

El pasado viernes 21 de noviembre salió a la luz que una niña de seis años había perdido la vida tras recibir atención en la mencionada clínica dental. Asimismo, se supo que otra menor de cuatro años, que también había sido atendida el mismo día, se encontraba hospitalizada en estado delicado. Esta última, tras ser ingresada en la UCI Pediátrica del Clínico de València, ha sido trasladada a planta, y según la Conselleria de Sanidad, su estado está evolucionando favorablemente.

Los informes revelan que la niña de seis años llegó en condiciones críticas al Servicio de Urgencias del Hospital de La Ribera, donde, desafortunadamente, los intentos de reanimación no tuvieron éxito. El diagnóstico indicó que había ingresado en parada cardiorrespiratoria, un desenlace devastador para su familia y la comunidad.

Por otro lado, la menor de cuatro años llegó al hospital en la misma jornada, mostrando síntomas preocupantes como fiebre, vómitos y somnolencia. Tras una evaluación inicial, fue trasladada en ambulancia al Clínico, donde se sigue monitoreando su estado de salud.

En respuesta a esta tragedia, el Servicio de Inspección de la Conselleria de Sanidad ha abierto un expediente para investigar las circunstancias que llevaron a estos incidentes, suspendiendo cautelarmente la actividad de la clínica dental. Se ha descubierto que el establecimiento no contaba con la autorización necesaria para realizar procedimientos que incluyan anestesia, lo que plantea serias dudas sobre las prácticas de la clínica.

Las autoridades sanitarias han reunido información del anestesista que trató a ambas niñas y elaborarán un informe que será enviado a la autoridad judicial. Este paso es crucial para entender qué ocurrió y garantizar la seguridad de los pacientes en el futuro.

Por su parte, la propietaria de la clínica ha ofrecido su perspectiva sobre el caso, afirmando que la niña parecía estar bien al salir del establecimiento y que el anestesista se encuentra desconcertado por lo sucedido. La clínica sostiene que se utilizó una sedación leve para llevar a cabo un procedimiento dental y no anestesia general, y están en proceso de investigar la calidad del lote de anestesia utilizado. La inquietud y la búsqueda de respuestas persisten mientras la comunidad espera justicia y transparencia en este doloroso episodio.