València, 12 de diciembre. En una jornada marcada por la expectación en el ámbito judicial, José Manuel Cuenca, quien se desempeñó como jefe de gabinete del expresidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, regresó a los tribunales de Catarroja. Su cita fue para ampliar su declaración en relación a los mensajes de WhatsApp que la exconsellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, presentó ante la jueza durante la audiencia del pasado 5 de diciembre.

Esta nueva comparecencia se da en el contexto de la investigación sobre la devastadora DANA que azotó la Comunidad Valenciana el 29 de octubre de 2024, un evento que trajo consigo la pérdida trágica de 230 vidas. Los mensajes que Cuenca no incluyó en su primer testimonio son ahora el centro de atención, lo que ha obligado a su presencia nuevamente en el juzgado.

Cuenca llegó con anticipación a su cita programada para las 9:30 horas, presentándose a las 9:20. A su llegada, evitó hacer declaraciones a la multitud de periodistas que se congregaron a las puertas del juzgado, manteniendo así un perfil bajo en medio de la situación.

De acuerdo a la información proporcionada por Europa Press sobre los WhatsApp de Pradas, surgieron comunicaciones clave entre ambos durante el desastre. En un mensaje enviado a las 16:28 del día de la riada, Pradas alertó a Cuenca sobre el primer fallecido reportado en Utiel. Curiosamente, este trágico suceso no fue mencionado por él en su declaración inicial.

Los intercambios de mensajes entre Pradas y Cuenca reflejan la angustiante realidad que enfrentaba Utiel, especialmente cuando la exconsellera le advirtió a las 14:25 que la situación se complicaba. Dos horas después, transmitió la devastadora noticia de un fallecido en la localidad.

Quince minutos después de la alerta sobre el fallecido, Cuenca, sin hacer referencia a la tragedia, reenviaba un mensaje del expresidente que indicaba: "igual a las 19 horas vamos a 112". Pradas respondió con un "perfecte", dejando entrever que la situación ya era crítica.

Conversaciones posteriores revelan que Cuenca solicitó que no se confinaran las áreas afectadas por la tormenta. Aproximadamente a las 20 horas, expuso su postura con contundencia: "Salo. De confinar nada por favor. Calma". Pradas contestó, preocupada: "Está la cosa muy muy mal", a lo que él replicó: "Ya, mujer", indicando su preocupación por la gravedad del momento.

La discusión continuó, con Pradas advirtiendo sobre desbordamientos en toda la provincia, mientras Cuenca se mostraba escéptico ante las medidas de confinamiento. Sus palabras reflejaban la tensión de la situación: "Pero confinar una provincia es una barbaridad", señalando la necesidad de abordar el problema de manera más focalizada.

Comunicándose a las 19:58, la exconsellera sugería que el confinamiento podría afectar a varios municipios, a lo que Cuenca insistía en la necesidad de aclarar las competencias necesarias para implantar tales medidas. “Salomé, per a confinar hace falta un estado de alarma. Y eso lo decreta la chica que tienes al lado, la delegada. Calma”, añadió, insistiendo en una dosis de calma.

La última conversación se llevó a cabo a las 20:15, justo tras el envío de la alerta Es-Alert. Pradas expresó que el confinamiento podía ser decretado debido a la ley de emergencias, a lo que Cuenca contestó con desdén: "Llévate açó del cap per favor. Tranquila, ché", manifestando su resistencia a lo que consideraba medidas excesivas en un momento crítico.